Cuantas historias tendrá para contar Ignacio Jaime, el "caminante del desierto" que decidió comenzar una travesía caminando con sus muletas desde Antofagasta hasta Santiago en septiembre pasado (ver recuadro). Ya han pasado casi seis meses, y luego de tantas dificultades, por fin está a punto de llegar a la capital, para mostrar su testimonio de lucha por los derechos humanos.

Al teléfono con "La Estrella", el caminante explica que ya va en el kilómetro 80, a quince del límite de las regiones de Valparaíso y Metropolitana. A una velocidad promedio de diez kilómetros diarios, la próxima semana estará cumpliendo su misión.

Inicialmente la lucha era contra la Mutual de Seguridad, debido a que le habrían negado la morfina que le permite soportar el dolor provocado por la fractura de sus piernas. Sin embargo, Ignacio cuenta que ellos mismos no han dejado de monitorear su situación. "Antes de ayer vino el gerente de Copiapó, que estaba de vacaciones. Me visitó en terreno, porque andaba preocupado, y tuvimos un control médico en La Calera", cuenta.

Contento pero ansioso, Ignacio dice que el impacto mediático que ha tenido su caso (hasta la BBC de Londres le hizo un reportaje) ha causado que la gente lo vaya esperando en la carretera. "El recibimiento ha sido muy bueno, pasé a una posada de los camioneros, y me recibieron muy bien. Hay que seguir adelante no más", dice.

A medida que avanza su camino, cada ciertos días, el caminante publica en su Facebook la bitácora de la aventura. "Unos vendedores del túnel La Calavera me gritaban 'héroe' y me regalaron duraznos, porque sabían de mi travesía y me esperaban… no puedo negar, me conmoví".

SANTIAGO, LA META

Quedan pocos días, e Ignacio deberá enfrentarse a un peligro: la ruta 5 se interna por la capital dejando nulo espacio para caminar. "Estoy viendo si paso por otra vía que es más accesible, y una de ellas es la que voy a elegir", dice.

Este problema ya había pasado anteriormente. Cuando el caminante intentó entrar al túnel El Melón, en la quinta región, le negaron la pasada, y tuvo que subir los peligrosos ocho kilómetros de cuesta. Ahí, unos motociclistas reconocieron su lucha, y lo designaron miembro honorario del Club de Motoqueros de Villa Alemana.

¿Qué hacer a su llegada? Ignacio dice que el objetivo ya no es La Moneda, sino que evalúa asilarse en una embajada para protestar contra el estado. "No, yo voy con alguien de derechos humanos y me asilo. Hay todo un tema en Caimanes porque no les dan agua a los ciudadanos, les cortan la luz… Imagínate que llegue a La Moneda. ¿Qué me van a decir", reflexiona. J

l Tras un atropello en 2007, Ignacio Jaime quedó con las piernas fracturadas, además de depender de la morfina producto de una fotofobia causada por la aplicación de una anestesia. La Mutual habría tenido un error informático que lo dejó sin su tratamiento, lo que motivó su viaje por Chile.

l Ignacio Araya Chanqueo

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vendedores del

túnel La Calavera

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'héroe'

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