Redacción - La Estrella de Antofagasta
Una particularidad tuvo el juicio oral seguido contra el único acusado por el homicidio de un joven en calle Río Maule de Antofagasta: ningún testigo se presentó a declarar por temor.
Pese a ello, Kevin Antonio González Muga, de 20 años, fue hallado culpable del crimen de Daniel Araya Fábrega, de la misma edad, ya que la prueba testimonial fue incorporada por la Fiscalía con la declaración de los oficiales de la Brigada de Homicidios (BH) de la PDI, quienes realizaron la investigación.
Así lo afirmó el jefe de la unidad especializada, subprefecto Herwin Rojas Cortes, quien señaló que lo anterior "marca un precedente, porque muchas veces los testigos no declaraban en los juicios porque sentían temor de verse expuestos; a veces los imputados utilizaban como estrategia la amenaza de esos testigos para que no llegaran al Juicio, pensando con eso destruir la prueba y salir libres de cargos. Sin embargo, en esta oportunidad los magistrados han considerado que se podía prescindir de los testigos, con las declaraciones de los oficiales que en su oportunidad los entrevistaron".
Lo sucedido dejó satisfechos a los detectives, al estimar que lo resuelto por los jueces "en primer lugar es una muestra de confianza en los funcionarios de esta Brigada de Homicidios. Nuestros detectives son gente seria, profesional y creíble. Así lo ha estimado el Tribunal, tanto que se formó la convicción respecto a la veracidad y consistencia de los informes policiales que evacuó esta brigada", agregó Rojas.
Para el jefe policial, el veredicto fue también un mensaje potente para quienes piensan que la solución para evadir la acción de la justicia es amenazar a los testigos. " Con este fallo, el Tribunal Oral en Lo Penal viene a validar la investigación realizada por la BH, por instrucciones de la Fiscalía y demuestra que cuando todos los actores del sistema hacen su trabajo, se puede cumplir con la legítima aspiración de justicia por parte de las víctimas, a pesar de las maniobras que realicen los delincuentes por eludir a la justicia", sostuvo.
Daniel Araya recibió un mortal disparo en la cabeza el 4 de enero del año pasado, cuando permanecía sentado como copiloto en un vehículo, en medio del enfrentamiento de dos grupos.
20 años tenía el joven que falleció el año pasado al recibir un disparo en la cabeza.