Los establecimientos educacional se han vuelto blanco fácil para el actuar delictual.

Son varias las unidades educativas que se han visto afectadas por la delincuencia.

Esta vez fue el colegio Don Bosco el que sufrió un importante y millonario robo de especies.

Una de las trabajadores del lugar se percató que durante la noche habían ingresado desconocidos hasta la biblioteca del recinto.

Una vez en el interior e ingresado por la ventana, se llevaron 11 equipos computaciones cuyo avalúo alcanza los dos millones de pesos.

Al lugar llegó personal de Carabineros a fin de adoptar el procedimiento, sin embargo la escasez de información hizo imposible dar con el paradero de los supuestos responsables.

Los encargados de jardines, escuelas, liceos y colegios, están realizando diversas reuniones para mejorar la seguridad en los recintos.

El pasado viernes quedó al descubierto en el Liceo Radomiro Tomic, el cuarto robo que afectó el establecimiento a solo un mes del regreso a clases.

Personal de la Segunda Comisaría de San Pedro de Atacama, consiguió la detención de dos sujetos en la población El Carmen, luego de ser sorprendidos comercializando droga en plena vía pública.

Fue en un patrullaje preventivos realizado por los funcionarios, que ambos fueron sorprendidos en el momento del intercambio, intentando el comprador huir del lugar, siendo alcanzado de inmediato por personal de Carabineros.

Fue fiscalizado y en su poder se encontró droga, concretando en ese instante su aprehensión.

Luego fueron en busca del supuesto vendedor, llegando a calle Fortuna, donde ingresaron al inmueble del supuesto microtraficante.

Al interior del domicilio se pudo encontrar diversos tipo de droga, por lo que fue detenidos.

Ambos sujetos fueron puestos a disposición del Tribunal por el delito de micro tráfico.

Se incautaron 300 gramos de marihuana y papelillos de cocaína.

Labor preventiva que se seguirá realizando a fin de entregar mayor sensación de seguridad a los habitantes de la comuna.

Redacción - La Estrella

La angustia y el sufrimiento persiste para la familia de Freddy Barrera, el calameño a quien se le perdió el rastro el pasado 13 de julio del año pasado.

La última vez que fue visto se le divisó en las cercanías del poblado de Ayquina, al interior de la ciudad.

Desde ese momento se le perdió el rastro por complemento, comenzando el calvario para su círculo más cercano.

Se realizó la respectiva por presunta desgracia, la que permitió que se ordenara al Servicio de Encargo y Búsqueda Vehículos y Personas, SEBV realizar diligencia que permitieran su ubicación.

Verdaderas operaciones rastrillos se han realizado en la zona a fin de intentar dar con su ubicación, sin embargo todo ha resultado hasta el momento infructuoso.

Ahora se vieron apoyado con la presencia de la Brigada Canina de Santiago, que llegó con sus perros especialistas en la ubicación de personas.

Los sitios que han sido demarcados como de interés con la información que se ha ido recabando en el transcurso de la investigación, fueron nuevamente rastreados.

Pese a los nueves meses de su desaparición, el trabajo incesante de Carabineros no ha sido suspendido.

La labor que ha sido concretada siempre informando a la familia, lamentablemente no ha arrojado los resultados esperados.

Su familia tampoco ha cesado en su búsqueda y no pierden la esperanza de dar con su ubicación.

Si aún hay gente que tiene antecedentes que puedan ser aportados, basta con acercarse a personal de Carabineros y entregarlos.

La última vez que habría sido visto, fue en la quebrada de Las Vegas de Turi, se presume aquella vez se contactó con su madre, siendo la última vez que tuvieron noticias de Freddy.