Redacción - La Estrella del Loa

Once años se cumplen hoy, desde que una niña de 13 años salió de su hogar para no volver más.

Qué ocurrió con ella sigue siendo un enigma para su familia y también para la policía a cargo de la investigación.

Un caso que sigue en la memoria de los calameños, siendo de los pocos casos por presunta desgracia infantil que pese al paso del tiempo, sigue vigente.

Su madre Rossana Pizarro, no baja los brazos pese al paso del tiempo y a pesar de que las fuerzas se van terminando, quiere encontrar respuestas.

Está resignada. Sabe que el día que encuentre a Daniela, no será con vida. "Ella un día apareció y se vino a despedir, sé que ya no está, pero quiero tener un lugar donde ir a visitarla", explicó.

Desde un comienzo, desde los primeros minutos en que supo que su hija no había regresado a casa, ha hecho todo por ubicarla.

Videntes, movimientos de tierra e incluso una casa que echaron abajo fueron parte de las diligencias realizadas para aclarar lo que había ocurrido con su niña.

La misma que en poco días estaría cumpliendo 25 años, tal como lo sigue haciendo su hermana melliza, quien también sufre por la partida de su hermana. "Ha sido duro. Nadie más que yo sabe lo que realmente significa vivir con este dolor. Lo terrible que es no saber dónde está su hija o qué pasó con ella", agregó.

Su última gestión fue solicitar una nueva diligencia al fiscal regional, lo que se permitió. "Vamos a realizar una diligencia que fue ordenada en este caso", explicó el fiscal jefe de Calama Cristian Aliaga.

Un misterio que sigue sin ser resuelto. Un verdadera puzzle policial que todavía no encuentra alguien que pueda darle respuestas.

Muchas teorías, muchas versiones, pero nada que permita aclarar con certeza que ocurrió con esta menor de edad.

"Sé que la voy a volver a ver, si no es en este vida, entonces será en la próxima, pero yo jamás voy a perder la fe", remató Rossana.

Una desaparición que sigue escondiendo una serie de interrogantes.

25 años, cumpliría Daniela en enero. Su madre la vio por última vez cuando tenía solo 13.

11 años han transcurrido desde que le perdió el rastro a la menor que salió de su hogar.

Por el delito de microtráfico fue detenido por Carabineros un joven de 31 años, en cuyo domicilio del sector sur de Antofagasta fue descubierto un cultivo de marihuana.

El imputado, identificado con las iniciales C.J.H.P., se encontraba a la altura del 1.100 de Avenida Angamos cuando efectivos de la Sección de Investigación Policial (SIP) de la Tercera Comisaría lo vieron en medio de un patrullaje realizando una transacción de droga con otro muchacho.

De este último se perdió el rastro al momento de intentar los funcionarios policiales fiscalizarlos, mientras que C.J.H.P. escapó en una motocicleta con dirección al norte.

Ello dio paso a un seguimiento por la avenida hasta llegar a la intersección con calle Poupin, donde finalmente fue interceptado y controlado.

Al revisar su mochila, los carabineros encontraron 6 bolsas de nylon con cannabis sativa y120 mil pesos en efectivo.

El joven admitió mantener más droga en su departamento de la población Gran Vía, por lo que los policías se trasladaron hasta calle Luis Undurraga, encontrando en el inmueble un macetero con una mata de cannabis sativa de 1,20 metros.

Además, en una pieza los efectivos de la unidad especializada decomisaron otras 9 macetas con plantes cuya altura oscila entre los 54 y 64 centímetros.

Junto a ello fueron incautadas 3 pesas digitales y numerosas pequeñas bolsas con el alucinógeno.

El joven- informó Carabineros -ya registraba una detención por infracción a la Ley 20.000 de Drogas.

Robó una bicicleta y el delincuente no encontró mejor opción que ofertarla en redes sociales a fin de conseguir dinero.

Pero finalmente el comprador que consiguió era en realidad el propietario del móvil, el que alertó del hecho a personal de la Sección de Investigación Policial, SIP de Carabineros.

La víctima y el ladrón fijaron un punto de reunión, donde finalmente la bicicleta fue reconocida por su dueño por características específicas que entregó a los funcionarios.

Fue así que se concretó su detención por el delito de receptación, mientras que el afectado consiguió recuperar su bici.

Recordar que cualquier persona que compre y luego comercialice artículos robados, está cometiendo un delito y pude ser detenido.