Cartas
Barreras en avenida
Señor director:
Estoy francamente alarmado ante el anuncio de que en un futuro próximo se instalarán barreras sólidas para impedir la bajada por la cuesta Salar del Carmen y acceder a la ciudad por la Avenida Salvador Allende. Y digo que estoy alarmado porque ¿Se imagina a un camión o a un bus estrellándose contra una barrera sólida? Yo sí, imagino destrucción del vehículo con peligro de muerte para sus ocupantes, también que otros vehículos y otras personas podrían verse involucradas en el accidente y con similares resultados.
Lo anterior también porque el pórtico en cuestión podría caer como consecuencia de un choque, como ha pasado más de una vez, tanto en nuestro país como en el extranjero con estructuras similares o parecidas: recuerdo el derrumbe de una pasarela peatonal, entre Viña del Mar y Valparaíso.
Entiendo la angustia y temor de los vecinos de Salvador Allende. Por lo que, aunque no la comparto, justifico en cierto modo la restricción de bajada de camiones y buses por dicha vía, pero nunca que la solución sea un pórtico sólido. Esto en tanto no se perciban los resultados de una efectiva campaña a través de múltiples medios para que todo chofer o conductor, desde automóvil para arriba, quede capacitado para descender cualquier cuesta con seguridad, ya que todo vehículo cuenta con los medios técnicos para lograrlo.
Ahora bien, de no instalar las barreras sólidas y en vista y considerando que letreros y cámaras no han servido al propósito en cuestión, es que lo único que se me ocurre es destacar carabineros, en estratégicas ubicaciones, para que cumplan la función de desviar los vehículos según lo que se establezca. ¡Nunca mortales barreras!
Juan Martínez Leiva
Mar
Señor director:
Una revista capitalina publicó: mar para los chilenos, lo cual tomándole mucha atención dice la verdad, porque los chilenos no tenemos mar. Las grandes pesqueras se adueñaron del litoral . Hay playas privadas. Por ejemplo, ya no se puede ir a playa La Conchilla, porque pusieron una barrera que impide bajar hasta ese lugar. Y si a uno le gusta la pesca tampoco puede hacerlo, porque hay que tener un carné que otorga Sernapesca y pagar $5 mil. ¿Cómo podemos disfrutar de nuestro mar si ponen tantas trabas? Viene el verano, ¿volverá el mar a ser para todos los chilenos?
Waldo Campusano Álvarez