Fanático del CDA llevó toda su pasión a alumnos sureños
Ricardo Cortés, profesor antofagastino radicado hace 14 años en la Región de Ñuble, compró camisetas de los "Pumas" en Tacna para todo el equipo, impregnando el sentimiento albiceleste en sus pupilos.
A más de 1.700 kilómetros al sur de nuestra querida "Perla del Norte", en la localidad de San Carlos, Región de Ñuble, nace una historia que refleja como el sentimiento por unos colores puede ser tan grande y entregado a pequeños que en su vida escucharon el nombre de Club Deportes Antofagasta.
Allí vive desde hace 14 años Ricardo Cortés, profesor antofagastino que por temas de estudio se trasladó hasta esa localidad, desde donde sigue atento lo que pasa con el CDA cada fin de semana.
"Hace 14 años me radiqué en esta zona... Soy un hincha fanáticos del club, lo sigo a la distancia y lo acompaño cuando viene a jugar a Concepción, Talcahuano y Chillán... Incluso cuando voy a mi tierra a ver a mis familiares y amigos, siempre me arranco al Calvo y Bascuñán", cuenta Ricardo, quien detrás de este fanatismo tiene una historia que ni el más amante del CDA podría imaginar.
"Hace unos cinco años trabajo en la escuela Puertas de Virgüín, en Ñiquén. Es un establecimiento rural, con estudiantes en su mayoría de escasos recursos, pero con mucha motivación por el estudio y el deportes". En el año 2016 Ricardo asume la jefatura de un primero básico, comenta que es un grupo especial, con tres niñas y nueve niños, donde el fútbol es un elemento en común.
"Llegamos a clases y todos los lunes el tema era hablar de los goles y los resultados de la fecha. Si bien la mayoría son colocolinos, ellos me escuchaban atentamente cuando yo les hablaba del CDA, del buen trabajo que se estaba desarrollando y de los sueños que tenía, como por ejemplo verlo jugar un certamen internacional".
En una de esas conversaciones, durante el año pasado, cuando Deportes Antofagasta cumplió una excelente campaña, los pequeños empezaron a tenerle un cariño especial al equipo, "ya no era un cuadro indiferente, era conocido y respetado. Sus jugadores eran populares y algunos niños querían ser como ellos".
Camisetas
Como toda buena escuadra, el curso empezó a competir en diversos torneos escolares. "En uno de aquellos yo les prometí que si éramos campeones les compraba a todos la camiseta del CDA... Mis muchachos se pusieron las pilas, sacaron la garra y ganaron el certamen, así que tuve que cumplir lo prometido".
Una camiseta de fútbol, incluso de talla para niños es cara, superando los 20 mil pesos, pero Ricardo se las ingenió y las consiguió. "Primero pensé en mandarlas a fabricar, pero no alcanzaba el presupuesto, así que encontré una idea mejor... Llamé a mis padres, les conté la historia, y ellos me dijeron que en Tacna eran baratas y las podían conseguir... En un par de semanas me las enviaron al sur, no eran de gran calidad, pero tenían los colores, el escudo y a los niños les encantaron... Estaban felices cuando se la pusieron por primera vez", asegura con mucha emoción.
Debut
Unos meses después llegó una nueva invitación para defender la corona en un campeonato de futsal, y allí Ricardo les planteó la idea de jugar con la albiceleste de los "Pumas".
"Me dijeron que sí. Que sería lo máximo participar con esa tenida. El problema era que las camisetas no tenían número, pero un amigo de Chillán que supo de nuestro trabajo y el deseo de mis jugadores, se cuadró con los estampados y pudimos debutar con la tricota del CDA".
"Recuerdo ese día como si fuera ayer. Los muchachos llegaron muy motivados, mientras los otros participantes de distintas escuelas miraban la indumentaria... Gracias a la buena temporada del CDA, los equipos rivales reconocían la tricota, asegurando que era muy hermosa. Yo les dije que jugar con esa camiseta era para sentirse orgulloso, ya que estaban defendiendo al colegio y a una ciudad muy lejana, pero que poco a poco se ganaba un lugar en el corazón de cada uno de ustedes".
Si bien el resultado en este certamen no fue el esperado, ya que el equipo de la escuela Puertas de Virgüín terminó tercero, los menores se esforzaron al máximo y como se dice en la jerga popular, "mojaron la camiseta" hasta el último partido.
"Ahora tenemos un taller de fútbol, que partiremos con la vuelta a clases los días miércoles después del horario normal. El equipo se hizo muy conocido y tenemos algunas invitaciones para este año, ya que dejamos una grata impresión... Si bien fue un excelente 2018, mis 'pumitas' esperan seguir creciendo el 2019. Queremos avanzar a alguna ronda provincial, ser protagonistas en los torneos escolares y clasificar a algún regional. Me siento feliz de haber traspasado mi amor por el CDA a estos pequeños".