Redacción
T ranscurrieron exactos 2 mil 326 días para que las autoridades locales iniciaran el desalojo de la toma de calle Frei Bonn, proceso que busca la desocupación del terreno perteneciente al municipio y a Bienes Nacionales, el cual se produjo en un ambiente menos tenso y extremo del que se esperaba.
Desde la madrugada el municipio junto a la gobernación provincial El Loa, con el apoyo de Carabineros y de la Policía de Investigaciones, se presentaron en el terreno adyacente al Polideportivo de la población Alemania, donde comenzaron a desalojar a las cerca de 100 familias que se encontraban en el campamento.
Si bien el despliegue policial y logístico partió a las seis de la madrugada, Carabineros junto al receptor judicial, Francisco Soriega, informaron a los pobladores en toma que debían proceder al desalojo, lo cual desató la molestia, y las manifestaciones de desaprobación a la medida emanada del Primer Juzgado de Letras de Calama, "el cual ofició a Carabineros y las instituciones participantes de este proceso, acerca del lanzamiento, y que no es más que la acción de desalojo del terreno ocupado de forma ilegal", explicó el profesional.
De ahí vino el desconcierto total para los pobladores al interior del campamento. Por momentos circulaban versiones acerca de que la desocupación debía efectuarse de forma total; en otras que les destruirían la totalidad de enseres y mediaguas construidas, por lo que Carabineros actuó como puente para precisar y sobre todo aclarar los malos entendidos producto del nerviosismo y también la desinformación que reinó durante la mañana, lo que generó algunos enfrentamientos menores con la policía, y que en la medida en que se apaciguaban, también se aclaraban, pero que no dejaban tranquilos a los ocupantes del terreno.
Maquinaria
A eso de las diez de la mañana maquinaria del municipio inició labores del despeje del polígono norte del campamento, lo que también originó el malestar y la rabia de los pobladores que utilizaron piedras y objetos contundentes para lanzarlos contra el operador de la máquina, lo que motivo que Carabineros hiciera uso de gases lacrimógenos que enardecieron aún más los ánimos al interior de la toma. Y precisamente esta labor "era la que se pretendía efectuar de manera rápida. Pensamos que finalizaría a eso de las 15 horas, pero fue sumamente rápido", explicó la gobernadora María Bernarda Jopia.
En medio de la desazón, la presidenta del comité Mamitas Antay, Joyce Urbina, declaró que "en las últimas semanas no hemos tenido ningún acercamiento con las autoridades. Este desalojo no fue informado y las autoridades locales, del Serviu y gobernación nunca nos informaron de este proceso", alegó la dirigenta.
Por contraparte, Ana Sevillano, presidenta del comité Joshua Tree, comentó "en nuestro caso son 57 familias las que optaron por una de las tres soluciones propuestas por las autoridades. En un comienzo fuimos reticentes y comenzamos a explorar las alternativas entregadas por el Serviu. Ahí nos dimos cuenta que dependía de nosotros salir en buena forma y con el apoyo brindado por las autoridades", dijo al momento en que junto a otros vecinos retiraban sus pertenencias desde la ocupación y gracias a los fletes colocados por el municipio para tal efecto.
Sin albergue
Este proceso de desalojo de la toma de calle Frei Bonn no contará con albergue para las personas que deban abandonarlo. Así lo precisó la gobernadora, quien argumentó que "en este caso no habrá albergue, y sólo recibirán asistencia quienes estén identificados dentro de los casos más vulnerables y críticos, así también los pequeños, quienes serán trasladados a un punto donde podrán permanecer pero del cual no informaremos su ubicación", dijo la autoridad provincial.
El proceso se podría extender hasta mañana o el viernes.