Pensiones y sueldo mínimo
Señor director:
No soy economista y difícilmente lo seré algún día. Al exponer mi punto de vista, lo hago como un ciudadano común y como pensionado.
Creo que el Gobierno se ha equivocado rotundamente al emitir bonos a diestra y siniestra. Tendría que haber entregado un bono parejo a todos los que eran, y a los que se volvieron vulnerables.
En todo caso hay que ser justos. A muchos les ha permitido sortear parte de la situación económica a la que se han visto expuestos. Pero no hay que ignorar que una gran cantidad ha quedado al margen de la ayuda, teniendo las mismas o mayores necesidades, derivadas de la pérdida de sus fuentes laborales. Muchos adultos mayores que trabajaban a pesar de estar jubilados, han quedado a la deriva y dependiendo de su pensión, y difícilmente volverán a trabajar. Una pensión que en la mayoría de los casos es insuficiente para enfrentar dignamente los últimos años de vida.
Los pensionados y adultos mayores no piden limosna. Piden justicia y reconocimientos al sacrificio y esfuerzo de tantos años. Tal vez su aporte en estos momentos sea de un "granito de arena", pero un granito más otro, agrandan la playa y permiten que todos la disfruten. Con respecto a las bajas pensiones, considero que estas deberían estar a la par con el sueldo mínimo. Si el sueldo mínimo en estos momentos es de $326.500, la pensión mínima tendría que ser la misma cantidad. No es una gran cantidad, pero a muchos no los obligaría a sacar de sus fondos previsionales.
Jorge Valenzuela Araya
Responsabilidad
Señor director:
Responsabilidad individual. Con ese criterio hemos de abordar la pandemia. Así lo han manifestado los usuarios de gimnasios e iglesias que reclaman su derecho a asistir a estos recintos, con todas las medidas sanitarias, pero bajo su responsabilidad.
Sería bueno que el Gobierno y el Colegio Médico recordaran este principio, tan olvidado a la hora de enfrentar la pandemia.
Iván Pozo Gallardo