Inferiores a la deriva: causas tras una serie de procesos inconclusos
El exDT de la Sub 17, César Vaccia, cree que hay entrenadores que van de paso y sin ánimo de docencia formadora.
Nicolás Labra G. - La Estrella
La ANFP sorprendió la semana pasada al anunciar un "proceso inédito, abierto, estructurado y transparente" para buscar sus entrenadores que asuman en las Selecciones Sub 15 y Sub 17 de Chile.
Son dos categorías descabezadas desde el año pasado, ya que la pandemia frenó toda competencia. Además de no contar con una hoja de ruta para sus procesos particulares, está también el largo paso de entrenadores en cada categoría.
Por ejemplo en la Sub 17 en los últimos cinco años han pasado cinco técnicos. El argentino Alfredo Grelak fue despedido en marzo de 2015 tras perder los cuatro partidos del Sudamericano, que Chile jugó como preparación porque ya estaba clasificado para el Mundial de la categoría que se jugó en el país.
Grelak dijo que en Chile no había tiempo para esperar a los jóvenes. "No hay procesos exitosos a corto plazo. En el fútbol chileno tienen que entender qué es lo que quieren o qué es lo que buscan con un proceso", dijo.
Tras él vino Miguel Ponce, quien dirigió el Mundial y después saltó a Huachipato y en 2018 pasó como jefe técnico de las inferiores de la Universidad de Chile. Hernán Caputto tuvo el proceso más largo y exitoso entre 2016 y 2019, con dos clasificaciones a Mundiales. De ahí, tal como Ponce, pasó como jefe técnico de los azules.
Cristián Leiva dirigió el Mundial en Brasil el 2019 y, tras partir a Iquique, lo reemplazó Hugo Balladares, quien apenas estuvo tres meses en el cargo: asumió en septiembre por Leiva y el 30 de diciembre renunció para intentar salvar a la Universidad de Concepción del descenso.
Con la Sub 15 sucedió un proceso parecido. Dos técnicos en tres años: Leiva pasó de la 15 a la 17 para reemplazar la partida de Caputto a la U y Balladares tomó ese puesto, quien después lo dejó para asumir esos tres meses en la Sub 17.
Para César Vaccia, quien dirigió la categoría en 2003 y 2009, uno de los problemas puede ser el perfil y las expectativas de los técnicos elegidos. "Como se elige a dedo, hay personas que no son formadores. Que es una opción dirigir la Selección, pero están buscando la posibilidad de irse a un primer equipo, y cuando se da esa posibilidad, toman ese camino. Eso es lo primero, debe ser un formador. Que esté todo el proceso", dice.
Vaccia, además, valora la transparencia que le quiere dar la ANFP con un concurso abierto, pero dice que "otras instituciones pueden alivianar la tarea a la ANFP". En ese sentido, plantea que el Colegio de Entrenadores podría ayudar en ese filtro de búsqueda. Cree, también, que los simples criterios de tener el título de Director Técnico y tres años de experiencia en formación abren demasiado el espectro.
"Si tú pides haber sido jefe técnico de las series menores de algún club, como mínimo, ahí estableces un requisito. Ahí hay un recorrido, pasó por la escuela, Sub 12, Sub 13 y 20, y por sus méritos en el club le dieron el cargo de jefe técnico. Cosas como esas permiten hacerlo más selectivo y le dan menos tarea a las personas que le elegirán".
Otro de los motivos que esgrime es la debilidad en que cae la ANFP de cortar procesos cuando no se logra una clasificación. "Si el entrenador no logra los resultados esperados en el Sudamericano y no clasifica, lo saca y despilfarra toda esa experiencia que se logró. Y si le va mal, trae otro, y los entrenadores saben que eso es así, por lo que el trabajo no les da ninguna seguridad".