Ricardo Muñoz E/Redacción - La Estrella

Una campana de extracción de gases, cuatro mesones con sus respectivos mecheros y sales orgánicas forman parte de los implementos con los que cuenta el nuevo laboratorio de química del Liceo Domingo Herrera Rivera B-13.

La adquisición de este mobiliario fue impulsada por el programa de Fomento de Iniciativas Estudiantiles para el Desarrollo de la Vinculación con el Medio de Amsa y la Universidad de Antofagasta (UA) y con lo cual el objetivo es potenciar y profundizar la enseñanza y el aprendizaje de las ciencias químicas.

El espacio habilitado cuenta además con capacidad para 16 alumnos y según comenta Isabel Pizarro, académica de la UA e impulsora de la iniciativa, con estas instalaciones se busca entregar un estímulo importante para que los alumnos del establecimiento puedan explorar el mundo a través de la ciencia, viviendo "un cambio de paradigma en la enseñanza tradicional".

Pizarro detalla que contar con una campana de extracción de gases entrega la oportunidad de ensayar soluciones químicas, las cuales anteriormente eran aprendidas mediante la lectura y de esta forma, fomentar mayor interés en la disciplina.

"Esto es muy bueno para el aprendizaje y el entendimiento de las ciencias químicas, porque los estudiantes aprenderán a través de un desarrollo experimental, es decir, ellos tendrán la posibilidad de aprender practicando de manera real y no leyendo un libro. Además, desarrollarán habilidades de comunicación, liderazgo, trabajo en equipo y cooperación", explica la académica.

Aproximadamente mil estudiantes del Liceo B-13 serán beneficiados con este laboratorio para la docencia de química, en niveles que van de séptimo básico a cuarto medio.

Entre los contenidos que se podrán enseñar ahora en el establecimiento figura la preparación de soluciones con ácido diluido a partir de un concentrado químico, identificación de reactivos, destilaciones y purificaciones.

En tanto, el estudiante de pedagogía en Biología y Ciencias Naturales de la casa de estudios y también líder de esta iniciativa, Daniel Gutiérrez, comenta que 45 alumnos del liceo participaron de un taller para así prepararlos en el uso de este laboratorio.

"Ahí les enseñamos cómo utilizar la nueva implementación y la conducta que deben tener al interior de este espacio de investigación y aprendizaje", explica.

La iniciativa se ejecutó tras varios meses de estudio, donde se analizaron los diferentes requerimientos técnicos de infraestructura, equipos y recurso humano del Liceo B-13, arribándose a la conclusión que un laboratorio químico con diversas herramientas tecnológicas era la mejor opción.

"Esto es muy bueno para el aprendizaje y el en entendimiento de las ciencias químicas, porque los estudiantes aprenderán a través del desarrollo experimental"

Isabel Pizarro, académica de la Universidad de Antofagasta e impulsora de la iniciativa.